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Cartílago de tiburón 478,25 mg, Condroitina sulfato 21,75 mg, Vitamina D3 (Colecalciferol) 1 mcg, Estearato de magnesio (lubricante).
Gelatina (envoltura).
Contiene un 31,03% de mucopolisacáridos (glucosaminoglicanos) y un 15% en condroitín sulfato.
Contiene derivados de pescado.
El Cartílago de Tiburón está compuesto principalmente de proteínas (40,8%), minerales (calcio (12,2%), fósforo (5,2%) y magnesio (0,8%)), colágeno y una familia de carbohidratos complejos llamados glucosaminoglicanos (mucopolisacáridos, glicoproteínas y sulfatos de condroitina). Además, contiene una macroproteína no tóxica que es una poderosa inhibidora de la angiogénesis, proceso en el que se forman nuevos vasos sanguíneos. En un niño este proceso es normal, pero en un adulto, con un sistema de vasos desarrollado al completo, puede ser el signo de una alteración. Como consecuencia de esta acción, este producto está contraindicado en niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y en personas que han tenido, recientemente, un ataque al corazón.
Los glucosaminoglicanos son uno de los componentes extracelulares de la sustancia fundamental de la matriz subcutánea. Se encuentran entrecruzados con las fibras (colágeno y elastina) de ésta, contribuyendo en la funcionalidad de la misma.
En este sentido, parece que el silicio presente en los complejos fibraglucosaminoglicanos, juega un papel muy importante en la estabilización de los mismos. Los glucosaminoglicanos, tradicionalmente llamados mucopolisacáridos (debido a su naturaleza mucosa), desempeñan un importante papel en el mecanismo de sostén extracelular de ciertos tejidos animales. Se trata básicamente de heteropolisacáridos que contienen dos tipos de monosacáridos, de los cuales al menos uno posee un grupo ácido, ya sea como carboxilo o como grupo sulfónico; y el otro es una hexosamina: glucosamina o su epímero, la galactosamina.
El tejido conjuntivo cutáneo posee diversas moléculas de esta naturaleza, cuya peculiar estructura les permite llenar todo el espacio dérmico que no está ocupado por las células y las fibras. Pero, de hecho, los polisacáridos presentes en la dermis son muy minoritarios, ya que globalmente no llegan a alcanzar el 10% del peso de sus proteínas fibrosas (colágeno y elastina). Sólo un tipo de polisacárido, denominado ácido hialurónico, se encuentra libre dentro del tejido conjuntivo, ya que los restantes glucosaminoglicanos identificados poseen grupos sulfato y se hallan unidos covalentemente a una proteína, con lo que forman moléculas complejas conocidas con el nombre de proteoglicanos. Estos proteoglicanos pueden contener hasta 100 cadenas de glucosaminoglicanos por cada proteína portadora.
Los glucosaminoglicanos desempeñan un papel importante en la funcionalidad del tejido conectivo, y por ende, de la dermis, es consecuencia de sus características estructurales y más concretamente, de sus grupos carboxilos ionizados e hidróxidos polarizados.
Todo esto se traduce, por tanto, en un aumento de la resistencia mecánica de la piel frente a golpes y fricciones representando, además, una barrera útil contra la difusión de determinadas bacterias que puedan invadir los tejidos. Por otra parte, dada la capacidad que tienen estos poliazúcares de retener agua (absorben un volumen de agua hasta mil veces superior al volumen de proteoglicanos), contribuyen a la turgencia de la piel, así como a su nutrición, ya que el agua es el medio a través del cual se produce el intercambio de nutrientes y desechos entre la sangre y las células tisulares.
Las últimas investigaciones muestran, que el cartílago de tiburón inhibe la formación de nuevas redes de capilares que alimentarían a un posible tumor en fase de desarrollo. Sin una red capilar para alimentar el tumor y eliminar sus desechos, no crecerá y se evitarán posibles metástasis. Sin nuevos capilares, el tumor encogerá lentamente de tamaño hasta desaparecer.
La deficiencia de vitamina D3 en el adulto provoca un defecto de mineralización del hueso que ya ha terminado su crecimiento. Los síntomas más comunes son la aparición de dolores en la zona dorsolumbar, cintura pélvica y muslos. En esta situación los huesos presentan un aspecto borroso y algodonoso en el control radiológico de la sustancia ósea, con una transparencia anormalmente aumentada. El colecalciferol está implicado en la absorción intestinal y en el metabolismo del calcio y del fósforo, siendo su función esencial elevar la concentración plasmática de estas dos sustancias, permitiendo la mineralización normal de huesos y dientes, además de regular la concentración de calcio en sangre.